PRIORIDADES

 Nada más potente en la vida de una persona como un diagnostico médico, para te obligue a hacer un "stop" en el camino y lo dediques a pensar y/o reconducir tu vida. Aquel diagnostico oncológico precoz, eso sí, puso mi vida patas arriba sin yo esperarlo, ni mucho menos, desearlo. ¿Y ahora qué?

Un cúmulo de pensamientos, preocupaciones y miedos escondidos, salen a flote. Tiempo de pruebas, diagnósticos por recibir, agujas (que me aterran profundamente...) y que se esconden por todas las zonas de mi cuerpo. Hasta llegar al final de una intervención quirúrjica con éxito y a casa. 

¡Cuánto renegamos de nuestros sistema público de salud! ¡Cuánto de agradecida estoy a todo el equipo médico, quirúrgico, enfermeria, auxiliares....que me ha cuidado en el Hospital de la Mujer de Virgen del Rocio de Sevilla! ¡Cuánto cariño, cuidado, atención he recibido allí!

Y ahora llega el siguiente paso: la necesaria organización mental para adaptarme al nuevo ritmo de vida, que para nada va a ser rápido. Porque mi voluntad y mis ganas de hacer cosas, van muy por detrás de mi capacidad fisica para afrontarlas. Además aprendo a dejarme cuidar, y no con mi ritmo, sino con el de las personas que pueden hacerlo. Es esperar y confiar, entregarte a sus manos. Acostumbrándome cada día a que me ayuden en las tareas más intimas y cotidianas como inyectarme la medicacion, apoyarme en el aseo diario o ponerme un calcetin. Lo más sencillo y más complejo del mundo ahora mismo para mi, por el dolor insoportable que me genera. Para quiénes me conocen pueden imaginar cómo todo esto constituy un reto para mi. 

Estoy aprendiendo tantas cosas...

Una de ellas, que no estoy sola. Desde los primeros dias del diágnositico recibido, sabía que debía pedir ayuda. Nadie puede afrontar esto en solitario. A través de una amiga y compañera en similares circunstancias acceso a la Asociacion ASACO. Desde el primer dia, su representante en Sevilla, Mercedes, puso a mi disposición un arsenal de recursos, talleres, guias, apoyo psicologico. (En donde he conocido a una de las mejores profesionales del sector, Dña. Raquel Calero, a la que agradezco de corazon su paciencia y su cariño en cada sesion de terapia.)  

Desde el principio he contado con mi familia, con mi pareja y su apoyo incondicional, mis compañeros/as de trabajo cuyo vínculo de tantos años va más allá de la mera profesion, los amigos/as incondicionales de tantos años, las personas a las que acompaño y sus mensajes de apoyo, mis niñas del teatro terapeutico...

La otra lección aprendida y no menos importante que la anterior: Distinguir lo importante y relevante de lo que no lo es. Cada día nos saturamos con infinidad de preocupaciones vanas y sin sentido y creemos que se nos va la vida en ello. ¿Y esto, es realmente importante para mí ahora? Así, fuí desterrando uno a uno, casi todos los asuntos anotados en mi agenda vital para quedarme con una sola cosa: Aprender a vivir plenamente dando todo el amor que seas capaz de dar a quiénes me encuentre en el camino.