NUEVAS CONDUCTAS

En esta ocasión, en nuestra sección, quiero hablarte de nuestras nuevas conductas. Esos nuevos comportamientos que nos benefician y que podemos configurar en hábitos transformadores. 

Encontrar lo mejor de nosotros/as mismos/as, no significa exactamente que debamos cambiar nuestro modo de ser, nuestra esencia. Se trata sencillamente de recuperar o de desarrollar conductas que podemos adaptar para conseguir mejores resultados que hasta ahora.

Una parte fundamental del proceso de coaching consiste en desarrollar nuestra voluntad, nuestra mayor implicación en nuestra promoción personal y nuestra salud integral.

Sin embargo, ¿por qué nos encontramos con personas que parecen no poder cambiar? O quizás tengas en mente a personas que, habiendo generado importantes cambios en sus vidas, retroceden al cabo del tiempo al punto de partida. 

¿Qué ha pasado? ¿Por qué vuelven atrás? 

No podemos entrar aquí a analizar la complejidad de la conducta y el pensamiento humanos, pero hay un factor indispensable en los cambios que hacemos en nuestra vida y es "DESEAR HACERLO". Esto no significa que se nos RESUELVA POR ARTE DE MAGIA, o que de pronto, se vayan a diluir todas las dificultades para ello. Significa sencillamente que he encontrado dentro de mi misma, la MOTIVACIÓN (Motivo para la acción), lo suficientemente poderosa como para agarrarme y apoyarme en ella para iniciar, intentar y mantenerme en ese cambio. Y por supuesto, hay otro factor fundamental, esa motivación, ese motivo para la acción que yo emprendo, es exclusivamente mio. No es la razón o la motivación de alguien ajeno a mi, aunque ese alguien desee lo mejor para mi y so lo sepa. Pero si esa motivación no es auténticamente y exclusivamente nacida de mi intención, de nada nos servirá.

Sólo por hoy, comienza a pensar de forma diferente con relación al proceso de cambio. Enriquecerte con tus nuevos hábitos y observa cómo esos hábitos nuevos generan cambios en ti. ¿Qué percibes de esos cambios? ¿Cómo los asimilas? ¿Te agradan? ¿Te sientes bien con estos nuevos hábitos? ¿En qué aspectos mejoran tu vida diaria según tu opinión?

Responder a estas preguntas convencida/o de tus propias sensaciones será el factor que determine la estabilización de esas nuevas conductas o no. Piensa y observa tu estado de ánimo cuando decides emprender cambios que te agradan y que encima son beneficiosos para ti. Compáralos con la situación contraria, con aquellas conductas incompatibles a estas nuevas (por ejemplo, frente al ejercicio del que disfrutas, el aburrimiento de estar todo el día en el sofá; frente a la ocupación en alguna lectura o actividad, la soledad o el aislamiento...) y planteate desde las entrañas, ¿cómo te encuentras mejor...aunque no sea exactamente qué cosa te resulta mas fácil de hacer...Claro que es mucho más fácil permanecer todo el día en el sofá, pero a dónde te puede conducir esta conducta fácil?

Sinceramente te digo que casi siempre se disfruta mucho mas al hacer algo que al intentar no hacerlo. Al menos, prométeme que lo probarás.