CONFÍA EN MI. NO TE DEFRAUDARÉ.
Un día como el de hoy 10 de octubre de 1913 nació Joaquin. Mi padre. A quién sigo echando tanto de menos...Tenía tiempo de revisar desde su recuerdo, todos aquellos valores que me ha transmitido a lo largo de la vida y que han quedado grabados en los genes. Estos valores quizás, me cierran las puertas de la prosperidad: la integridad, la lealtad, el esfuerzo, la superación, el pensar en la comunidad, la entrega a la vocación personal (cualquiera que ésta sea), la confianza en el ser humano, el respeto, la justicia "justa". Todos estos valores humanos encarnados en él, los aprendí y asimile para mí misma. Sin embargo, a veces creo que nada de esto te sirve para vivir con una mínima seguridad de satisfacción de tus necesidades básicas.
Si engañas a tu compañero, si les robas las ideas, si piensas sólo en ti, si te atreves a hacer cualquier cosa por mantener tu sillón de privilegios, si gritas más fuerte, si pisoteas, si ridiculizas, si desprestigias...Todo ello parecen ser herramientas útiles de prosperidad y poder.
Ayer, cuando tomaba conciencia de que sólo disponía de unas pocas monedas para comprar pan y leche, dudé de estos valores que me enseñaste. Pensé quizás, que si los traicionaba por un fin legítimo como es la supervivencia, podría vivir mejor, al menos con las necesidades cubiertas cómodamente.
Por fortuna, estos pensamientos irracionales sólo me duran unos pocos segundos. Los suficientes para poner en marcha la maquinaria de la verdadera sabiduría que es la autenticidad. Ese ángel que siempre está conmigo me susurraba:
"Jamás olvides lo que te enseñé. Jamás te traiciones a tí misma. Aunque a veces te dejes llevar por la desesperación y dejes salir por tu boca cosas que no son dignas de ti. Confío en ti. Creo en ti y siempre estaré contigo para recordartelo. Cuando te topes con estos depredadores a tu paso, rastrea su huella y sigue los pasos en dirección contraria. Sentirás sobre tu cuello el odio y la envidia de sus ojos porque no han podido vencerte. Pero no temas, yo estoy contigo. Te protejo y te cuido."
Asi que... Sí. Decido seguir sus pasos, aunque no los entienda a veces. Aunque desee revelarme, aunque desee gritar a los cuatro vientos que odio esta forma del ser humano de destruirse a sí mismo. Pero quiero que confíes en mí. Porque no voy a cambiar mis esquemas de pensamiento. Tendrías que crearme y educarme de nuevo, y creo que al menos en esta vida, esto no es posible. Quizás en la otra ¿no? De momento, déjame desearte feliz cumpleaños y gracias por recordarme en todo momento que estás conmigo.
Si engañas a tu compañero, si les robas las ideas, si piensas sólo en ti, si te atreves a hacer cualquier cosa por mantener tu sillón de privilegios, si gritas más fuerte, si pisoteas, si ridiculizas, si desprestigias...Todo ello parecen ser herramientas útiles de prosperidad y poder.
Ayer, cuando tomaba conciencia de que sólo disponía de unas pocas monedas para comprar pan y leche, dudé de estos valores que me enseñaste. Pensé quizás, que si los traicionaba por un fin legítimo como es la supervivencia, podría vivir mejor, al menos con las necesidades cubiertas cómodamente.
Por fortuna, estos pensamientos irracionales sólo me duran unos pocos segundos. Los suficientes para poner en marcha la maquinaria de la verdadera sabiduría que es la autenticidad. Ese ángel que siempre está conmigo me susurraba:
"Jamás olvides lo que te enseñé. Jamás te traiciones a tí misma. Aunque a veces te dejes llevar por la desesperación y dejes salir por tu boca cosas que no son dignas de ti. Confío en ti. Creo en ti y siempre estaré contigo para recordartelo. Cuando te topes con estos depredadores a tu paso, rastrea su huella y sigue los pasos en dirección contraria. Sentirás sobre tu cuello el odio y la envidia de sus ojos porque no han podido vencerte. Pero no temas, yo estoy contigo. Te protejo y te cuido."
Asi que... Sí. Decido seguir sus pasos, aunque no los entienda a veces. Aunque desee revelarme, aunque desee gritar a los cuatro vientos que odio esta forma del ser humano de destruirse a sí mismo. Pero quiero que confíes en mí. Porque no voy a cambiar mis esquemas de pensamiento. Tendrías que crearme y educarme de nuevo, y creo que al menos en esta vida, esto no es posible. Quizás en la otra ¿no? De momento, déjame desearte feliz cumpleaños y gracias por recordarme en todo momento que estás conmigo.
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