COMUNICACIÓN Y FE. Invitada a la Catequesis Familiar
Fue un auténtico regalo poder compartir la jornada de ayer sábado con las familias de los pequeños que se preparan para su primera comunión en la parroquia de San José Obrero de mi pueblo. Habían sido muchos años los dedicados a esa feligresía, y muchos años también de ausencia. Las circunstancias de la vida en ocasiones no conducen por caminos insospechados y lo único que hemos de hacer es seguir "estando a tiro" para no dejar nunca de ser instrumento en Sus Manos, allí donde quiera conducirnos.
Compartimos una sesión centrada en la importancia de la comunicación dentro de nuestra familia. Y también hubo tiempo para tomar conciencia de dónde estábamos y por qué deseábamos continuar nosotros y nuestros hijos en la práctica de la fe cristiana. ¿Qué nos caracteriza como cristianos? ¿qué valores hemos recibido y deseamos transmitir? ¿Cómo vivo y transmito mi fe? ¿Cómo nutrimos nuestra fe en nuestra vida cotidiana?
En momentos cómo este en el que se nos pide acompañar la fe de nuestros hijos y nietos, es buen momento también para tomar el pulso a nuestra fe. ¿Cómo es mi comunicación con Dios? ¿Cómo lo hago presente y vivo en mi vida cotidiana?
Es necesario purificar y transformar nuestras pautas de comunicación para reforzar el amor, el respeto y la confianza. Nos planteamos preguntas como ¿De qué tipo es nuestra comunicación dentro de nuestra familia? ¿Cuánto tiempo invertimos en comunicarnos? ¿En estar juntos en el mismo espacio? ¿qué sabemos de las dificultades, sueños de nuestros hijos, de nuestros maridos, de nuestras esposas? Mencionamos de pasada esas tres grandes dimensiones que tantas veces me habéis escuchado en los talleres presenciales: la empatia como esa capacidad de comprender lo que el otro puede sentir, la escucha activa con todos nuestros ser, la autenticidad que tantos quebraderos de cabeza pueder darnos en más de una ocasion...
Acudieron unas cuarenta personas entre padres, madres, abuelas y abuelos, y terminamos compartiendo impresiones de la sesión y leyendo en presencia del Señor, que nos inspiró todo el rato, este sencilla oración:
Señor, que quieres de mi?
¿Qué necesitas de mi para tu proyecto?
¿Hacia dónde dirigiré mis pasos?
Confío en Ti
Espero en Ti
Sé que estás conmigo
Me llamas por mi nombre y me haces partícipe y responsable de tu obra de Salvación,
Enseñame a aunar mi propio juicio y mi voluntad a la Tuya
Porque no sé cómo hacer ésto que me pides.
¿seguirte? Sí quiero. Todos los días de mi vida.
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