LA FUERZA DE LA VIDA

Es un misterio y un regalo el recibir respuestas a tus plegarias o deseos cuando el corazón lo necesita y lo pide sinceramente al Universo. Os compartía  en algunos foros cómo he sentido el dolor más profundo y la impotencia más absoluta, cuando vives en medio de un entorno en el que ni la justicia, ni la ética, ni la coherencia, ni la verdad, parecen tener lugar. Sino que al contrario, son mitigadas desde la corrupción, la presión, la mentira y la hipocresia encubierta. 

Ese sentimiento profundo de encontrarte fuera de sitio. De sentir que nos perteneces a este mundo, o que en algún momento de tu existencia, alguna nave nodriza te dejo aquí por equivocación y que tus valores, tus principios, tu forma de ver, interpretar y construir el mundo, no es el de la mayoría. 

Es un profundo sentimiento de desarraigo que nada tiene que ver con una tristeza, melancolía o pre-menopausia, como muchos me comentan. Es una pena muy honda en el corazón y una perdida absoluta de sentido de casi todo. En este entorno de intenso dolor y pérdida del norte, es cuando sucede el milagro.

Ese milagro que te sorprende en tu cotidianidad. En las cosas más sencillas, en el paseo de cada tarde y que hoy vi desde otra luz. 

La fuerza de la vida en medio de la dificultad, la desolación, la ruptura, la basura, los cristales rotos o las puertas destrozadas a golpes.

Y una frase meditada y recuperada durante el paseo de tarde y que hoy comparto de un gran hombre. y que posiblemente muchas personas reconocerán. Dice así:

"Que tu vida no sea estéril. Sé util. Deja poso. Ilumina con la luz de tu fe y de tu amor.

Borra con tu vida, la señal pegajosa y sucia que dejaron los sembradores del odio. Y enciende todos los caminos de la tierra con el fuego del Amor que llevas en tu corazón" (C-1. JMEB)

Ya no he tenido que pensar más sobre qué hacer o cómo sobrevivir. El mensaje transmitido desde el Universo es claro y contundente. ¡NO TE RINDAS! ¡TODAVÍA NO!