GESTION DE NUESTRAS EMOCIONES ANTE LA EMOCION DEL OTRO
Imaginemos la siguiente situación en nuestra vida cotidiana.
Estamos tomando un delicioso café en nuestro bar favorito, con nuestro/a amigo/a más cercano. Y de pronto esta persona se pone a llorar desconsoladamente.
¿Cómo nos afecta su llanto?
¿Qué emociones puedo reconocer en la otra persona? ¿Cómo es mi primera reacción? ¿Qué es lo que me incomoda o me desconcierta de esta situación?
Estamos tomando un delicioso café en nuestro bar favorito, con nuestro/a amigo/a más cercano. Y de pronto esta persona se pone a llorar desconsoladamente.
¿Cómo nos afecta su llanto?
¿Qué emociones puedo reconocer en la otra persona? ¿Cómo es mi primera reacción? ¿Qué es lo que me incomoda o me desconcierta de esta situación?
La gestión de nuestra emociones va mas allá del mero control de las mismas. Gestionar, no es controlar como si se tratara de una censura o vigilancia. Entre otras cosas, porque la emoción es algo vivo que si se reprime, se encona y acaba saltando por otro sitio o en otra dirección inesperada.
Es de vital importancia que ante nuestras emociones aprendamos a identificarla. A ponerle nombre y apellidos. A reconocer de donde viene? ¿para qué ha venido esta emoción en este momento a mi vida? Recordemos que todas las emociones tienes un sentido adaptativo, nos sirven para algo.
Hasta los momentos de mayor tristeza se han convertido en oportunidades de mayor inspiración por ejemplo para las personas que se dedican al arte. Un desamor genera la creación de un disco, una sinfonía o un libro de poemas...
Así pues, no temas sentir. Lo importante será identificar, procesar, entender, acoger y encauzar esa emoción para que sea constructiva y sanadora.
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