EL FIN ES EL COMIENZO
Terminado el mes...el verano...largos meses de silencio en esta pagina. Y comenzando nueva etapa, nuevo curso. Nuevos proyectos y un stop forzoso en el camino. No planificado, no previsto. Es tiempo de aprender de todas las circunstancias de nuestra vida diaria. Especialmente aprender de todo aquello que no controlamos. Lo que comienza con un leve accidente doméstico, se convierte en una baja medica de cuatro semanas. ¿Inesperado? Totalmente. ¿Limitante? Muchísimo. Aunque nos empeñemos con voluntad de hierro en hacer vida normal, y tratar de cuidar nuestro cuerpo, nuestro entorno, nuestro espacio lo mejor que podemos, hoy siendo la limitación. Breves minutos de paseo y ya debo sentarme. en estos casos, la voluntad no es suficiente.
Es una realidad, no es una cuestión de puños o de intelecto. Es sobre todo una cuestión de tiempo. Mas bien, de aceptación de tiempos. No podemos controlarlo todo. Más bien, no controlamos absolutamente nada. Es una pura ilusión de nuestra mente. Y a partir de esta aceptación plena y consciente, comencemos de nuevo esta jornada.
Aceptar- no es resignarse pasivamente- tal y como repito hasta la saciedad en mis talleres. Aceptar sin embargo conlleva una amplia cobertura de paciencia, serenidad y acogida de la situación que nos envuelve; y al mismo tiempo de capacidad reflexiva para vislumbrar nuestros recursos y limitaciones. ¿Hasta donde puedo llegar? ¿Hasta donde es imposible?
En el exterior a nosotros surgirán múltiples y variadas exigencias. Algunas importantes, otras, impuestas; unas pocas, elegidas voluntariamente; Pero ninguna de ellas podrán llevarse a cabo si no elijo hacerlas. Sin embargo, sí podemos discernir, elegir, priorizar y desprenderme de exigencias ajenas. Especialmente de aquellas que no nos pertenecen, precisamente porque no las hemos elegido como propias. Visión clara y global que nos permita este discernimiento desde la paciencia aceptada y la realidad acogida, sea cual sea esta.
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