PREVENIR NO ES DESHUMANIZAR

Estamos en tiempos en los que nos indican desde todos los organismos oficiales sobre la necesidad de evitar contactos físicos sociales y familiares. Es una cuestión de sanidad y de salud publica así como responsabilidad de todos/as, el implicarnos en la prevención de la expansión de contagios. Ya estamos empezando a ver como el sacrificio está dando pasos pequeñitos, lentos...pero positivos. No podemos bajar la guardia. Ya nos lo advierten por activa y por pasiva. Ý sí. Por supuesto que hemos de cumplir con las indicaciones establecidas. Es nuestra responsabilidad ciudadana. Pero esto no significa que dejemos de ser humanos. Que no hablemos ni saludemos, que miremos para otro lado o que crucemos de acera sin ni quiera mirarnos de lejos. De perder la humanidad, de eso no nos han hablado en ninguno de los decretos y órdenes ministeriales. Por favor. Nos perdamos el norte. 

Cuando nos encontremos por la calle, aunque sea desde lejos, gritemos "¡Buenos días"!, "Hola, ¿qué tal lo llevas...". en fin. Algo que nos obligue a pararnos unos segundos y poder repartirnos buena energía y fortaleza vecinal. 

Y siempre podemos utilizar la sonrisa. Esta se ve incluso hasta por encima de las mascarillas. Se percibe cuando hablamos por teléfono. Y hasta en los dispositivos informaticos y telefonicos, nos servimos de los famosos emoticonos y dibujos divertidos para complementar nuestra emoción. Ahora es el momento de abusar de ellos. De poder dar y compartir amor aunque sea colorado en las pantallas o en el lenguaje de los vientos como nuestros antepasados. 

Los gestos, hasta de lejos. nada tienen que ver con el peligro de contagio. No son peligrosos y sin embargo si están íntimamente vinculados a nuestro sentimiento de comunidad. 

Sólo por hoy, sin dejar de ser preventivos, no dejemos de ser humanos.