CASA DE LOCOS...
Esta tarde por mera curiosidad
quise buscar los requisitos que se piden desde el Gobierno de la Nación para la
formación de partidos políticos. Y me quedé sorprendida. Terriblemente
sorprendida en este caso, porque los requisitos son muy similares a la
constitución de cualquier asociación deportiva, cultural, vecinal…. No se pide
ni certificado negativo de penales de sus componentes, ni verificaciones de
delitos cometidos de odio, violencia…Absolutamente nada. Tú con tu grupo de
amigos/as dices: “vamos a montar un partido para que no nos puedan llamar a
las mesas electorales que coincide con la festividad del Rocio” (caso real
en Almonte) y ya está. Lo organizas, lo registras y tu partido queda fundado. Y tan ricamente.
Pero…¿Y si gana las elecciones un
partido como este? ¿Cuál es su plan de gobierno? ¿Cuál es su programa de
mejoras sociales, educativas, culturales, económicas, de promoción y desarrollo
de su municipio? ….Por favor esto se parece a cuando España decidió enviar al Chiquilicuatre
al festival de Eurovisión, (Con todos mis respetos al actor David Fernández, a
quién admiro profundamente) ¿estamos de broma verdad? Seamos personas serias,
por una vez.
La democracia no es esto. Y en
ocasiones es necesario tener, de nuevo, un poquito de memoria histórica y
recordar que hace unos años…no había democracia en este país. La gente no podía
plantearse si quiera, pensar diferente. Y mucho menos, poder ir a unas urnas. Y
cuando esto sucedió fue un hecho emocionante e inolvidable. Sobre todo para las
generaciones de nuestros mayores que vivieron toda esa transición. Muchos de
estos mayores ya no están entre nosotros para recordarnos…Pero si estuvieran
(yo me imagino especialmente a uno, muy querido y a quién añoro cada día), que
se echaría las manos a la cabeza con la realidad política actual. A nivel
nacional, autonómico y local. Tantos partidos diversos, confunden y finalmente los votos se
pierden. Por otra parte esto de favorecer que la gente se canse, se aburra de
ir a votar, se haga un tremendo lio y finalmente decida quedarse en casa…
también es una maniobra subliminar. Que no se nos olvide…Una sociedad que no se
implica, que no se informa, que no se mueve…es una sociedad manipulable.
Me sorprendía cuando en América
Latina aparecían 30 o 40 candidaturas a las elecciones nacionales. Y yo
pensaba, esto debe ser una locura. Que en un pueblo andaluz haya 10, 15 o 20
candidaturas eso ya me parece una barbaridad absoluta.
Si echamos una ojeada al mapa
mundial, todavía existen muchísimos puntos rojos y negros….por llamarlos de
alguna forma, en los que poder decidir en un voto es prácticamente inimaginable.
Y nosotros aquí, en la Europa moderna (me rio yo de ese título adquirido), vamos
a inventarnos partidos emergentes muchos de ellos, (no todos, también es
verdad), sin proyecto, sin planificación, sin gente preparada y sin experiencia
de liderazgo, sin conocimiento del funcionamiento público ni de sus
competencias y limitaciones. Por ejemplo, hay partidos de estos nuevos en cuyo programa
defienden a boca llena: “si ganamos las elecciones vamos a echar a la calle a
todos los funcionarios municipales, porque son unos lacayos de…quién sea que
este gobernando” – Pero chico/a, ¿tú sabes que esto es imposible? Pues no
prometas cosas que no podrás hacer, porque entonces se verá que ya estás
empezando a mentir antes incluso de haber ganado.
Anécdotas aparte, la ciudadanía lo
que necesitamos ahora más que nunca, en todos los pueblos de España, es estabilidad,
solidez, liderazgo compactado hacia un proyecto común, con una organización
potente detrás que lo respalde, con un
itinerario político, una tendencia, sea la que sea…pero por favor, apoyada
en pilares sólidos. Esta es la etapa en la que estamos ahora en nuestro
siglo XXI. Frente a la carecía de referentes, estabilidad.
Nuestros pueblos en concreto, necesitan
manos con experiencia. Todos ellos, poseen una enorme diversidad. Una gran
complejidad social. Requiere de estrategias sólidas. De establecimiento de prioridades
en todas las áreas, de planificación y estudio detallado de presupuestos y vías
de financiación, de especializarse en el acceso a las puertas a Europa, de pensar en
grande para solucionar lo pequeño. Y ahora no tenemos tiempo de empezar a
aprender. Hay que hacerlo ¡ya!. Así que por favor, votemos con sentido común,
con lógica pensada, con intención de contribuir a que nuestros pueblos funcionen
cada vez mejor. No podemos ser “conejillos de indias con los que practicar”. El
gobierno de un pueblo requiere estabilidad y solidez. Cuando un gobierno se
configura con demasiadas voces, al final no se oye ninguna y se convierte en
corral de comedias que no llega a ningún puerto. No votemos por antipatías o simpatías;
por “dar lecciones” o por “rebrinques de preescolar”. Hagámoslo con sentido común
y por un único fin: mejorar la calidad de vida del lugar en el que vivimos.
Esto es lo que realmente debe importarnos.
Y añado. Esta es mi opinión libre
en espacio democrático. Y pueden estar de acuerdo o no. La verdad es que no me
importa.
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