NADIE NOS HACE GRANDES, PORQUE YA LO SOMOS
Desde el mismo instante en
que nacemos ya brillamos con luz propia. Es posible que las circunstancias por
las que nos ha tocado pasar, las personas con quienes nos hemos encontrado en
el camino, los obstáculos que hayamos tenidos que afrontar…nos haya apagado el
brillo original, nos haya agotado.
Y en esa penumbra en la
que nos encontramos, podamos tener alguna sombra de duda de quiénes somos o de
lo mucho que valemos, o de nuestra identidad de guerreras, puesta de manifiesto
en las grandes batallas que la vida nos ha puesto delante.
Si tan sólo fuésemos
capaces de detenernos un instante y echar un vistazo a nuestras numerosas
victorias conseguidas a lo largo de toda nuestra vida, nos daríamos cuenta de
nuestra fuerza invencible.
Nadie puede cortar tus
alas.
Nadie puede limitar el
alcance de tu mirada.
Nadie puede poner
barreras a la magia que llevas dentro para transformarte a ti misma y a tu
entorno.
Nadie (excepto tú
misma), puede decidir cómo vivir tu propia vida.
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