EL LIBRO DE LAS MORADAS. VIAJE A NUESTRO CASTILLO INTERIOR


Teresa de Jesús mujer, guía y maestra.


Teresa de Jesús entró en mi vida a los 3 años de edad. Cuando inicié mi camino como alumna infantil en el colegio de las teresianas. Desde entonces nunca volvió a dejarme y ha constituido un referente para mi vida personal y profesional. Ha sido mi mujer bandera en la formación de líderes, en el acompañamiento a otros educadores o en los procesos de desarrollo personal con mujeres en situación de vulnerabilidad.
Su obra, su vida, su testimonio se instalaron en mi alma sin que pudiera darme cuenta, formando parte de mi pasado, de mi presente y espero también que de mi futuro.
No me considero en absoluto experta en esta mística, ni pretendo serlo. Hay plumas mucho más veteranas y espirituales que una servidora, que podrían llenar páginas enteras y reflexiones sobre el pensamiento y la vida de Teresa. Y muchas de ellas siguen y seguirán siendo mis maestras en estos menesteres. A lo largo de estos meses, lo único que deseo es compartir el profundo mensaje  contenido en algunos de los escritos de esta mujer castellana. Podríamos haber escogido cualquiera de sus obras, sus cartas o sus poemas, inundados de verdadera mística y unión sincera con Aquel que nos ama. Pero en esta ocasión, deseaba centrarme en su libro de “Las moradas” y en sus grados de oración, desarrollados en otra de sus controvertidas obras, “El camino de perfección”.
Además de extraer su profundo mensaje espiritual, podemos dejar entrever una aplicación práctica para toda persona que desee conocerse y reconocerse a sí misma.
Desde muy pequeña podía ver las obras de Teresa en la mesita de noche de mi madre, primorosamente forrado con papel de flores. Lo ojeaba con mis pequeños dedos infantiles. No entendía nada por supuesto. No sabía leer. Pero desde el primer momento, percibía el contacto de sus hojas finísimas y sin saber por qué, intuía que debía tener especial cuidado con aquella reliquia de espiritualidad. Este libro me acompaña de forma entrañable como uno de los pocos recuerdos que me quedan de mi madre.
A los 14 años, lloré emocionada cuando atravesaba la puerta principal del monasterio de la Encarnación. Sólo pensar que por aquellos claustros y paredes hubiera estado la misma Teresa, ya me estremecía. Fui a aquella ciudad por primera vez con mis compañeras de último curso en el viaje del colegio. Y a los 23, volvía a aquella ciudad castellana de piedra, en la que el espíritu de Teresa vibra por cada rincón, por cada puerta, por cada calle. Y de nuevo, volví a llorar emocionada porque por fin sería una de sus hijas.
Recuerdo como si fuera ayer, esa mirada suya directa, invitándome a entrar en el interior de sus misterios. Desde ese rostro pintado en el enorme cuadro de la portería de mi amado colegio. Ella también estaba por todas partes, y me dejaba acompañar por ella en cada cuarto de hora de oración. Una práctica corriente en los colegios teresianos. Ella hablaba…en boca de alguna de nuestras maestras…y a mí me gustaba dejarme resonar por dentro. 
Me dejé cautivar por su coherencia de vida, su valentía, su FE inquebrantable. Aprendí de ella a  no temer nunca a  seguir las directrices de mi corazón, y a experimentar esa paz del alma que nos da la certeza de que vamos por buen camino, aunque el mundo, el sistema o la institución no nos entiendan o incluso intente silenciarnos.
Ha sido precisamente en mi trabajo de acompañamiento emocional, donde me encuentro las palabras de Teresa configurando un intenso camino de crecimiento que va más allá de lo humano y que he podido compartir con otras mujeres incluso no creyentes. Personas en situación de desesperación, de absoluta desprotección, de vacío completo, han seguido su proceso de encuentro consigo mismas según las indicaciones teresianas.  Esos pasos inciertos pero afianzados que conducen al autoconocimiento y al encuentro con nuestra propia trascendencia.

Un viaje maravilloso al interior de nosotros/as mismos/as. A ese castillo interior donde encontramos al mejor Guia.  

FECHAS DE CELEBRACIÓN  DEL TALLER:
Sevilla 28 enero
Madrid 14 marzo

También puedes encontrar los contenidos escritos en la Revista ALANDAR.  (en soporte papel o en web)

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