LA GRATITUD NOS HACE SENTIRNOS PERSONAS VIVAS
¿Qué significa agradecer?
¿Tenemos experiencias personales
en las que nos hemos sentido en la necesidad de dar las gracias por algo a
alguien?
¿Tenemos experiencia de que
alguien nos haya dado las gracias por algo que hemos hecho?
¿Qué recordamos de estas
experiencias? ¿Podemos recordar cuales eran nuestras emociones a dar o recibir
gracias?
La gratitud, se demuestra
científicamente que es una dimensión de la persona que nos permite sentirnos
mejor con todo aquello que tenemos y que recibimos. Nos hace tomar conciencia
de todo aquello que nos ayuda de alguna forma, a mejorar en algo nuestra vida
diaria.
Hay personas que han
interiorizado la costumbre de agradecer absolutamente todo lo que reciben cada
día: gracias a la tierra por permitirme tomar este producto de la tierra (por
ejemplo, cuando toman un zumo de naranja, un café, una tostada, al evantarse
por la mañana;), gracias por permitirme ver la luza del sol, sentir el aire
fresco en la cara; gracias por disponer de un vehículo que me permite
trasladarme de un sitio a otro; gracias por la cama que me permite dormir cada
noche; gracias por el techo que me cobija; gracias por la persona que tengo a
mi lado y de quién recibo cariño y cuidados; gracias por mis nietos que me dan
trabajo y alegría; gracias por mi padre/o mi madre, que me sigue acompañando y
está conmigo…
Siempre y en todo momento
tenemos motivos para agradecer cosas. Si fuéramos capaces de coger esta
costumbre, nos daríamos cuanta de la cantidad de cosas, emociones, sensaciones
que recibimos cada día, y que ni siguiera valoramos.
La actitud de agradecimiento
además nos permite no centrarnos tanto en lo que nos falta, lo que no tenemos,
o lo ansiamos tener y que nunca llega. Este deseo nunca satisfecho sí que nos
produce malestar.
Cuando nos preguntamos, por qué
me pasa esto, por qué tengo que pasar por esto. Las preguntas de los “por
qués”, no nos conducen a ningún sitio. Sin embargo qué pasa si en vez de por
qué, decimos “¿para qué nos pasa esto?”¿Para qué tengo que pasar por esta
situación? ¿Qué tengo que aprender de ella? ¿Qué hay en esta situación de
dificultad que me vaya a hacer crecer en algo?
Como propuesta para ahondar en
este tema de la gratitud, os proponemos un ejercicio sencillo. O bien por
parejas, o bien en el grupo grande, podemos responder a estar preguntas.
Imagina o menciona un listado de
personas a quiénes podrías o desearías agradecer algo. Simplemente puedes
nombrarlas o también puedes compartir si lo deseas, el motivo del
agradecimiento.
El siguiente ejercicio sería
pensar en una de estas personas de la lista, e imaginar que lo tienes delante y
que le has escrito una carta de agradecimiento. Como no tenemos tiempo de
escribir o quizás no levamos las gafas del cerca, pues podemos hacerlo de forma
hablada.
Luego, iremos viendo y
compartiendo cómo nos sentimos al expresar estos sentimientos de gratitud.
Practica el agradecimiento
durante esta semana y observa los beneficios que genera en ti y en las personas
que te rodean.
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